La artritis puede ser una afección inflamatoria aguda o crónica. La inflamación asociada con la artritis afecta las articulaciones del paciente. Se caracteriza por dolor en las articulaciones y puede a menudo ser debilitante para el paciente.1 La artritis se caracteriza por una variedad de síntomas y las causas son variadas. El diagnóstico y el tratamiento es también un componente clave para cualquier persona con artritis para vivir una vida larga y feliz.
Hay dos variaciones principales de la artritis. La osteoartritis es el tipo más común que es causado por el desgaste normal en las articulaciones del cuerpo y el cartílago. La segunda forma de artritis se llama artritis reumatoide. Esta se caracteriza porque el sistema inmunitario realmente ataca el cartílago que está en cada articulación. Hay factores de riesgo asociados con ambos tipos de artritis. Algunas causas o factores de riesgo son:
Dependiendo del tipo de artritis que tenga una persona, sus síntomas variarán. Para alguien que sufre de osteoartritis, los síntomas incluyen dolor en las articulaciones y lo que se conoce como rigidez progresiva. Cuando se trata de la artritis reumatoide los síntomas pueden incluir:
Diagnosticar la artritis es a veces un proceso difícil. Requiere diferentes procedimientos y diagnósticos. Algunos de estos incluyen:
El tratamiento para la artritis puede variar. A muchos pacientes prefieren usar la terapia combinada bajo la dirección de su médico. Algunas maneras de tratar la artritis son:
La artritis es una condición que se puede manejar para muchos pacientes. La clave es visitar a un médico de atención primaria o médico artrítico para obtener un diagnóstico adecuado. Cuando la artritis se diagnostica correctamente, el tratamiento puede comenzar inmediatamente. Si la artritis se controla desde el principio, el paciente puede vivir una larga vida en muchos casos.
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