La Yerba santa, también es conocida como bálsamo de montaña y malas hierbas entre muchos otros nombres, es un arbusto siempre verde que crece en zonas del norte de México y California.1 Los colonos españoles se enteraron de sus propiedades herbales por los nativos americanos y lo llamaron yerba santa, lo que significa mala hierba santa.2 La planta crece entre dos y cuatro pies de altura y presenta un tallo liso que se ramifica cerca del suelo.1 Las hojas son gruesas y coriáceas con un tinte amarillento, y las flores azuladas se sitúan en racimos de seis a diez.1 Las hojas secas de yerba santa se pueden tomar por vía oral.1 La planta presenta un sabor balsámico y dulce con un regusto agrio.1
Usos de la Yerba Santa y beneficios para la salud
La Yerba santa beneficia muchos procesos del cuerpo. Se dice que ayuda a tratar los problemas de la garganta y las afecciones pulmonares crónicas, así como la fiebre del heno y el asma.1 Para el asma, es común fumar las hojas para aliviar los síntomas, pero las hojas también pueden masticarse como un remedio casero para tratar el asma.1,2 Masticas las hojas también puede ayudar a aliviar la sed.2 En la medicina tradicional, las hojas de yerba santa también se convirtieron en una infusión que se usó como un lavado para ayudar a aliviar la fiebre.2 También se puede usar como un tónico para aumentar el apetito y estimular el sistema digestivo.2
Otros usos de la yerba santa incluyen:
Referencias