La artritis se refiere a la inflamación de las articulaciones.1 La artritis infantil, también llamada artritis juvenil, es un término utilizado para describir la artritis en los niños. El tipo más común es la artritis reumatoide juvenil, también llamada artritis idiopática juvenil, lo que significa que es de una causa desconocida.1 2 La artritis crónica infantil puede resultar en discapacidad, aunque el diagnóstico y el tratamiento son posibles.1 3 La artritis juvenil afecta a aproximadamente 294.000 niños menores de edad de 18 en América.2
Las causas de la artritis crónica infantil se atribuyen generalmente a un trastorno autoinmune, lo que significa que el cuerpo comienza a atacar a sus propias células.2 El mal funcionamiento del sistema inmunitario se dirige a los revestimientos de las articulaciones, que se llama membrana sinovia1 3 Esto conduce a la inflamación, daño articular.3 Se desconoce la causa exacta o desencadenante de esta enfermedad autoinmune, pero se cree que tiene un componente genético.3 Se cree que las mutaciones genéticas, junto con factores ambientales, como las infecciones virales, desempeñan un papel en el desencadenamiento de la enfermedad.4 Aunque no es conoce el por qué, algunas formas de artritis infantil son más comunes en las mujeres.
Los síntomas crónicos de la artritis infantil incluyen:1 3 6
Los niños con dolor por artritis pueden ser reacios a usar uno de sus brazos o pueden tener dificultad para participar en actividades cotidianas móviles, como el juego.1 3 Los niños también pueden parecer demasiado torpes debido a la disminución de la movilidad en sus articulaciones.2 Otras complicaciones que se sabe que ocurren, son la inflamación ocular y problemas de crecimiento, cuando no se tratan adecuadamente.6 En algunos casos, los niños sólo pueden experimentar síntomas durante unos meses hasta que desaparecen. Otras veces, los síntomas crónicos de la artritis infantil persisten a lo largo de su vida.6
Los síntomas de la artritis juvenil son similares a los de diversos trastornos óseos, la enfermedad de Lyme, el lupus y el cáncer infantil.3 Estas condiciones deben descartarse antes del diagnóstico de la artritis juvenil.3 Los médicos usan una variedad de análisis de sangre y de imágenes para diagnosticar la artritis. El tratamiento de la artritis crónica en la infancia implica un enfoque de atención que ayuda a mejorar la función de las articulaciones, prevenir el daño articular y controlar el dolor en las articulaciones.6 Esto puede hacerse a través de medicamentos, fisioterapia y, en algunos casos, las hierbas inflamatorias también pueden ayudar a los pacientes a controlar sus síntomas.
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