La anemia es una condición de la sangre que afecta a un gran número de personas. A veces se denomina deficiencia de hierro. Esto se debe a que cuando hay anemia, no hay suficiente hierro en la sangre que es esencial para la oxigenación adecuada de la sangre en todo el cuerpo.1
La anemia puede ser causada por una variedad de diferentes problemas médicos y de estilo de vida. Debido a que la anemia está relacionada con estos diferentes problemas, a menudo es mejor que un médico diagnostique la anemia en lugar de que el paciente intente diagnosticar y tratarse a sí mismos. Algunas de las causas más comunes de la anemia son:
Los síntomas de la anemia son muy variados, así como a los individuos que aflige. Algunos pacientes, como las mujeres embarazadas, pueden experimentar ciertos síntomas de anemia, mientras que otros pacientes no siempre experimentan los mismos síntomas. Algunos síntomas de la anemia incluyen:
La anemia es diagnosticada con mayor precisión por un médico. Ellos usarán un análisis de sangre tomado del paciente para verificar o confirmar una sospecha de anemia en el paciente. Por lo general se hace a través de lo que se llama un CBC, o un recuento completo de células sanguíneas. Cuando se diagnostica la anemia; el médico está buscando ver el recuento sanguíneo relativo a los glóbulos rojos que se producen, así como la cantidad de hemoglobina que se produce, y el hematocrito que ayuda a medir la cantidad de glóbulos rojos en el cuerpo del paciente. Si los recuentos son bajos, entonces se considera que el paciente tiene anemia.4
La forma más común de anemia es la anemia por deficiencia de hierro. Los médicos a menudo, a los pacientes que sufren de este tipo de anemia indican tomar un suplemento de hierro, y potencialmente cambiar su dieta para incluir más alimentos ricos en hierro, como carne roja baja en grasa, verduras ricas en hierro u otras opciones nutricionales. Tratar la anemia es un proceso variado, pero esta es la forma más común para un profesional médico de tratar esta condición.5
Hay algunas grandes opciones naturales para ayudar a controlar y tratar la anemia. Muchos de ellas pueden tomarse por vía oral o consumirse como parte de la dieta regular de una persona. Incluyen:
Los alimentos mencionados anteriormente son todos ricos en fuentes de hierro, así como en otros nutrientes que pueden ayudar a frenar algunos de los síntomas y problemas asociados con la anemia. Cuando se utilizan como parte de un plan de tratamiento integral, todos estos pueden ser beneficiosos para el paciente.
Los pacientes al ser diagnosticados con anemia pueden tener sentimientos de temor. Los pacientes a menudo oyen la palabra anemia y sienten pánico; por lo que es mejor ser analizados para anemia antes de iniciar cualquier tipo de tratamiento. La anemia se puede manejar de manera relativamente sencilla con cambios dietéticos y otros estilos de vida. Los pacientes con anemia por lo general pasan a vivir una vida plena y productiva, mientras gestionan su condición.
Referencias
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