Chía es una planta de la familia de la menta que crece típicamente en regiones tropicales y subtropicales.1 Fue utilizada por las civilizaciones precolombinas, como los aztecas, con fines médicos y nutricionales.2 Hoy en día, la chía se cultiva comercialmente y se cosecha por sus semillas, que son ricas en antioxidantes, ácidos grasos omega-3 y fibra soluble.1 El contenido nutricional de las semillas de Chía la convierte en una solución prometedora para el tratamiento de enfermedades como la enfermedad cardiovascular, la diabetes y la obesidad.
Los efectos secundarios de las semillas de Chía son mínimos. Debido a su alto contenido de fibra, algunas personas pueden experimentar molestias estomacales cuando se comen en dosis altas. También hay información contradictoria acerca que si los efectos secundarios de las semillas de chía incluyen un aumento del riesgo de cáncer de próstata; un estudio encontró que puede, mientras que otro encontró que disminuyó el riesgo. 3 Los efectos secundarios de las semillas de Chía no son conocidos por producir cualquier respuesta alérgica, incluso en personas con alergias de las nueces y maní.2 Como con cualquier alimento o hierba, comer con moderación.
Referencias